Tanto tanto ruido

por Luciana Murzi.

Rojas, Diego Javier. Una respuesta para Alicia. Buenos Aires: Atlántida, 2010.
Ilustraciones de Paula Socolovsky.

Esperé con ansias leer este libro. Diego me lo anunciaba y su relato alimentaba mi entusiasmo de lectura. ¡Por fin llegó! Y recorrí el borde del mar junto con Alicia, la protagonista de pelo anaranjado, buscando una respuesta para una pregunta que llama al silencio: ¿de dónde viene el sonido del mar?
Alicia recorre el mar sin alejarse, como si la respuesta necesariamente tuviese que andar ahí cerca, en el centro mismo del misterio. Un cangrejo, una almeja, la espuma del mar, el arco iris, una sirena que se peina y una ballena preguntados. Nadie sabe otra cosa que no sean sus propios asuntos.
Alicia busca el ruido y se choca con el silencio ya roto por el murmullo del agua. Va de un lado al otro y no se desanima. Es el ánimo del buscador, que se presenta saciado en el título del libro pero no, de ninguna manera, en el relato no hace más que aumentarse. “Mami, ¿por qué hay sueños que te dejan con más preguntas?”, indaga Alicia ya en la mañana de su habitación, muy lejos del agua marina. De la vigilia surge el sueño, y del sueño, la vigilia. En ellos, un mar de preguntas incontestables.

Un libro de muchos colores plenos, de imágenes muy definidas bordeadas con trazos negros; líneas curvas de olas marinas y líneas rectas de horizonte. Paula Socolovsky lo narró a su manera, a veces acompañando las palabras, otras veces omitiendo y también añadiendo pareceres.
En el cuento hay una nena que pregunta. En el final hay un sueño de una nena y hay más preguntas. No sé si la contratapa hace bien en adelantar este desenlace, ya que la sorpresa del despertar empieza siendo no sorpresa. Yo leí el cuento primero; entonces la mañana me despertó.