Ahora un pedido: no me corrija. La puntuación es la respiración de la frase, y mi frase respira así. Y si a usted le parezco rara, respéteme también. Incluso yo me veo obligada a respetarme.Escribir es una maldición.Lispector, Clarice. Revelación de un mundo. Buenos Aires, Adriana Hidalgo, 2005.
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