jueves, 22 de octubre de 2009

Escalofríos...

Shua, Ana María. La fábrica del terror. Buenos Aires: Editorial Sudamericana, 1990. Ilustraciones de Jorge Sanzol.

Hay libros que a uno, lector, le dan ganas de ponerse a escribir. A veces se da sin una razón particular, otras porque el libro lo propone como "actividad", y algunas pocas porque el mismo libro nos cuenta secretos del género.

Y este es el caso de
La fábrica del terror, de Ana María Shua. Un libro que tiene ya bastantes años (¡19 años!) pero que sigue estando igual de vigente. Son cuentos, provenientes de la tradición popular de diferentes países y culturas. Hay un cuento japonés, uno árabe, argentino, otro norteamericano ("El jinete sin cabeza"), judío, europeo, vudú, chino. Para todos los gustos. Lo que tienen en común es que, al finalizar, la autora les dedica unas paginitas para desmenuzar lo leído, entender por qué asustan y pensarlos.

"La mejor y más productiva fábrica del terror es nuestra propia mente." Por eso, les voy a contar el que me dio más miedo a mí. Se llama "El show de los muertos vivos" y su origen es un cuento vudú. El terror se da en el ámbito menos esperado: un viaje familiar a Disneyworld, más precisamente, un espectáculo en la ciudad de Miami. El show es algo extraño, comienza con tambores y cuerpos desconocidos deambulando, frases en un inglés extraño, senderos de carbones encendidos en donde caminan descalzos, un verdadero ritual en escena. Hasta ahí, Gonzalo y su familia ven todo sin quejas, inclusive cuando degollan a un cerdo y juntan su sangre. Pero el límite está cuando llaman al verdadero muerto-vivo, y hacen que el pobre Gonzalo pase al frente...

Me sorprendió poder imaginarme cada detalle de este cuento y sentirlo a la par que sus protagonistas. Por suerte, al final Ana María Shua nos cuenta que los zombies existen de verdad, que son personas a las que se les hace tomar un veneno que las hace parecer muertas y se los entierra. Algunas horas después, se los desentierra y se convierten en muertos-vivos, mediante la toma de una sustancia que los hace olvidar su pasado. Ufff, me da escalofríos. El secreto que nos da este cuento es que la tradición y los mitos vudú son un buen paso para arrancar una historia de miedo... ¡Estén atentos!

3 comentarios:

sole dijo...

Por acá tengo ese librito. Lo leí cuando era chica y me encantó :]

Anónimo dijo...

Puedo preguntar algo

Anónimo dijo...

Alguien tiene el jinete sin cabeza