miércoles, 13 de enero de 2010

"Cada palabra es la llave que anda buscando una puerta"



Llaves que abren puertas y caminos, que nos llevan a lugares inesperados. Un manojo de llaves que da la posibilidad... O también podemos pensar estas puertas como puertas abiertas, sin traba, esperando por ser investigadas.


Los cuentos de este libro de Iris Rivera surgen de preguntas disparadoras. Casi como en un taller literario, las preguntas nos van llevando a destinos insólitos. Llaves fue publicado por Edebé dentro de su colección verde, a partir de 8 años. Creo que bien podría usarse con chicos más pequeños, sobre todo con el apoyo de dibujo y plástica puede resultar muy divertido.



Hay 2 historias que me gustaron particularmente:

"Candela", que nace de la pregunta "¿Son altos los toboganes de arroz con leche?" y termina siendo una aventura de lecto-escritura. Candela practica en su casa la m (las tres montañitas), la u (un pocito), la e (como un rulo de la montaña rusa). Cuanto más practica, Candela más se achica ante la inmensidad de las letras. ¡Sí! Se vuelve del tamaño de un renglón. Así, un día, inesperadamente, lee "arroz con leche" (claro está, su postre favorito). Ir en esta aventura de líneas me dio la idea de hacer un 'dictado en clave'. Podemos imaginar cómo sería cada letra si estuviéramos sumergidos en la página y así ir recorriendo, ayudando a practicar y divirtiéndonos al mismo tiempo.



"Sacá la lengua" va en la línea de Me duele la lengua, de Margarita Mainé en la misma editorial. Una lengua que no quiere mostrarse en la consulta médica, que se hace la misteriosa hasta que... empieza a aparecer en todas partes. Marcos no puede dejar de sacar la lengua y exhibirla a pelados, abuelitas y visitas, a todos por igual. Difícil encontrarle una solución a semejante problema. Y la lengua se le traba nomás, ante tanto stress. ¿Qué mejor para destrabar una lengua trabada que un trabalenguas? Una sabia solución de abuela, con mucho humor.


Este libro me suena más a puertas abiertas, que no dependen de la puerta anterior, que sólo avanzan por distintos caminos, sin recorrido fijo. La independencia entre los cuentos funciona por esto mismo: entramos a un cuarto con siete puertas, y podemos entrar y salir de las historias cuando querramos.


Rivera, Iris. Llaves. Buenos Aires: Edebé, 2006. Ilustraciones de Javier Sánchez.

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