Este poema de Clarice Lispector tiene dos sentidos de lectura: de arriba hacia abajo y de abajo hacia arriba; el inicio y el ánimo están íntimamente ligados. Elegir el recorrido es un asunto de instantes. Apunto al vaivén. O, como diría Murakami, al movimiento de ascenso y descenso de la marea.
mi vida no tiene más remedio
estaré engañándome diciendo que
todavía es posible el futuro que soñé
tengo absoluta certeza que
nada de lo que aprendí fue en vano
siento dentro de mí que
tener un sueño no significa nada
no podría decir jamás que
mi futuro puede ser brillante
siento cada vez más que
ya no tengo esperanza
y jamás volveré a mentir que
la vida es una gran fiesta
hoy reconozco que es verdad que
vivir es no dejarse llevar por la ilusión...
5 comentarios:
Me gusto, lo lei de abajo para arriba, pero no viceversa.
¿Por qué no de arriba para abajo? La desesperanza también es parte del todo. Aunque quizás no sea el instante indicado para ese espacio.
Para más tarde.
por que decidi, por azar o por algun motivo oculto e inconciente, leerlo de abajo para arriba...
Sí, tal vez no sea el momenot para la desesperanza, que ya tengo bastante, pero no solo por eso. Por ahora decidi leerlo así, y solo así sera leido. Por ahi, mañana decida descubrir la otra mirada.
suena a I Ching
Clarice rocks!
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