Schujer, Silvia. La mochila de Uki. Buenos Aires: Ediciones SM, 2009.
¿A quién no le pasó? Querer llevar todo al colegio no es raro para nadie.
A Uki parece pasarle seguido, porque sus padres toman con total naturalidad el hecho de que su mochila sea tan grande, tan grande que haya que llevarla atada en el techo del auto.
Este cuento para los más chiquititos tiene una pizca de fantástico: la mochila crece a medida que Uki le mete cosas para llevar al colegio. Parecería no tener fin, como el bolso de Mary Poppins, y entonces Uki continúa cargándola con más y más cosas indispensables para ir al colegio, con todas las cosas que quiere y de las que no se puede desprender. Termina pareciéndose a un bolso de mudanza.
Uno pensaría que semejante mochila generaría revuelo en la casa. ¿Por qué llevar tantas cosas? ¿Con qué fin? ¿Qué vas a hacer con todo esto en el colegio? ¿Cómo llevarlo? Pero lo que realmente sucede es que la familia no se pregunta nada de eso. Simplemente acuden a Cacho, el vecino con auto, que les da una mano para llevarlo al colegio. Como si fuera algo de todos los días. Y así van al colegio.
No les arruino el final. Se resuelve en la última página, de manera dulce y sencilla.
Creo que este libro es un buen disparador para pensar, junto con los niños, en los distintos roles que cumplen los distintos ámbitos: la escuela y la casa, en qué se diferencian cada uno y qué es lo que esperan los chicos de ambos.
No quiero dejar de mencionar las bellísimas ilustraciones de Victoria Assanelli, llenas de detalles delicados (cuadros que siguen con la vista, un padre dormido que se pone un par de medias de distinto color, etc.). Para mirar varias veces.
3 comentarios:
Ine, ¿estás hablando sutilmente de mi cartera? jajaj, me gustó la idea de este librín.
¡Qué bien por la Schujer! Me encanta. Es ídola de las julianas.
Creo que hablo por la mochila y la cartera de todas!
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